Ejemplo: Comodines

Imagina que la mesa contiene las siguientes combinaciones:

Y en tu mano tienes un: 3

Si ahora mueves el 8 al grupo de ochos, entonces puedes reutilizar el comodín como un 4 añadiendo la carta de tu mano a la serie.

Haciendo ésto, la mesa quedaría así:

Ésto no sería posible con la regla de comodines: Sólo puedes jugar con el comodín si lo sustituyes con la carta que respresenta, porque no tienes un 7 en tu mano para liberar al comodín.

Imagina ahora que la mesa contiene las siguientes combinaciones:

Y en tu mano tienes: 24

Ahora puedes sustituir el comodín con el 7 del grupo de sietes, y utilizarlo con las cartas de tu mano para formar una nueva serie. Después de ésto, la mesa quedaría así:

Ésto no sería posible con la regla de comodines: La carta para sustituirlo debe provenir de tu mano, porque la carta que has utilizado para sustituir al comodín víno de la mesa de juego.

Imagina ahora que la mesa contiene las siguientes combinaciones:

Y en tu mano tienes: 55

Entonces puedes coger el 5 y utilizarlo con los 2 cincos de tu mano para formar un nuevo grupo:

Ésto no sería posible con la regla de comodines: No puedes jugar con las cartas de una combinación que tiene un comodín integrado, porque has cogido una carta de la combinación que tenía un comodín integrado.

Si la mesa ahora contiene las siguientes combinaciones:

Y en tu mano tienes: 57

Entonces puedes liberar el comodín, y reutilizarlo para colocar tu 7 en la otra combinación. Y la mesa quedaría así:

Ésto no sería posible con la regla de comodines: Puedes reutilizar un comodín liberado sólo en una nueva combinación formada con cartas de tu mano, porque no has utilizado el comodín liberado en una nueva combinación.

Y si la mesa ahora contiene las siguientes combinaciones:

Y en tu mano tienes: 733

Ahora puedes liberar el comodín con el 7 y luego reutilizarlo con tus 2 treses para formar un nuevo grupo, como éste: